La combinación de la antigua terapia china de ventosas y gua sha con la terapia infrarroja y el masaje con piedras calientes ofrece un remedio maravilloso para mejorar el flujo sanguíneo, activar el drenaje linfático, aliviar el dolor muscular y reducir la celulitis y las estrías. Esta técnica es ideal para la espalda, hombros, cintura, glúteos y extremidades, y se puede utilizar para diversos objetivos de bienestar, como acelerar la recuperación física, combatir la fatiga y rejuvenecer la piel.